En el 2006 el Presidente Chávez de Venezuela al iniciar su discurso ante las naciones Unidas, dijo lo siguiente: ”El Diablo esta en casa, ayer el diablo vino aquí, en este lugar huele a azufre todavía” en referencia al Presidente Bush de Estados Unidos, que había ocupado la testera el día anterior. De ese discurso me acorde cuando la activista Greta Thunberg, con cara de espanto ve pasar cerca suyo al presidente Trump. Greta también tiene que haber sentido el olor a azufre que debe rodear al prepotente Presidente de Estados Unidos, que además de tener en ascuas al mundo con su política comercial, su racismo y su fanático nacionalismo, no cree en el calentamiento global ni reconoce que su país es uno de los que más daño le hacen a nuestro planeta desde el punto de vista del medio ambiente.
En relación al calentamiento global, Greta pidió a las autoridades del mundo presentes en las Naciones Unidas, “Menos discursos y más acción.” La tierra no puede esperar más, hace siglos que la venimos dañando, a pesar de saber las consecuencias que esto traería a la humanidad. Poco o nada se hizo en el pasado, poco o nada estamos haciendo en el presente y al parecer poco o nada se hará en el futuro, ya que los discursos de buenas intenciones, son solo testimonios de denuncias de lo que está pasando, pero las acciones de mitigación son a largo plazo, de hecho, el Presidente Piñera en su discurso en la Naciones Unidas anunció el compromiso de 66 países para reducir emisiones y ser carbono neutrales en 2050. ¿No será mucho esperar? ¿Acaso hoy no tenemos las tecnologías adecuadas para empezar ya, a trabajar en serio sobre este problema que aqueja hoy a la humanidad? Al parecer las ganancias de las grandes empresas, que no quieren invertir en producciones sustentables y no contaminantes, esta primero que el destino de las personas.
Sin embargo, el destino de la humanidad no sólo está en manos de las autoridades y de los empresarios, también cada uno de nosotros podemos hacer algo para no contaminar nuestro planeta, lamentablemente, mientras por nuestras llaves siga saliendo agua, poco o nada nos preocupa el futuro de la Tierra y la humanidad. Cuando a nuestros nietos y bisnietos en el futuro solo le salga aire por las llaves, será tarde para hacer algo. Greta tiene razón, Menos discursos y más acción por parte de todos, partiendo por nosotros mismos.
José Alvarez Lara
Docente
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