En la región de O’Higgins desde ya se están realizando acciones para combatir lo que podría ser una de las peore temporada de incendios forestales de los últimos años. Son muchos los factores que se conjugan para ello: la sequía que está afectando al país, el cambio climático y las altas temperaturas que se pronostican para el verano.
Una de las comunas que se ha visto duramente afectada por los siniestros es Paredones, que en el 2017 vivió uno de sus peores momentos tras ser epicentro de los incendios forestales del verano de ese año.
En aquella oportunidad consumió más de 18.604 hectáreas, dejando múltiples daños en la zona.
Su alcalde, Sammy Ormazábal, coincide en que para esta temporada se avecina una situación compleja.
“Se prevé un año difícil por la sequía, las altas temperaturas y además que hemos tenido malas experiencias con las empresas eléctricas. En la comuna tuvimos incendios gigantescos durante el verano del 2017 y por causas eléctricas, así que esperamos que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto y le exijan a las compañías de electricidad hacer las mantenciones que corresponden, ya que son uno de los principales riesgos que tenemos en la zona”, aseguró la autoridad.
Según lo expresado por el alcalde, en el caso de Paredones aún queda trabajo pendiente en el despeje de cables y tendidos eléctricos. Además, dice que “la maleza crece rápidamente y la forestación también, por tanto, creo que es insuficiente lo que han hecho las compañías hasta estos momentos» y llama a «hacer una campaña de prevención con las organizaciones comunitarias, que es muy importante el trabajo con los vecinos especialmente del mundo rural”.
Asimismo, Ormazábal señaló que después de los incendios del 2017, hay actividades productivas y económicas que lamentablemente se han terminado para siempre, por ejemplo, la recolección de frutos silvestres del bosque como los hongos, la mora y otros productos que no se han vuelto a regenerar. Enfatizó que todas las familias que se dedicaban a esa actividad han tenido que reinventarse en otras áreas, pues el voraz incendio afectó gravemente la economía local.
“Estamos constantemente coordinados con la Onemi de la región y a través de ellos con distintas instancias. Hay mesas de trabajo cada cierto tiempo que permite generar información y antecedente de los temas que nos preocupan en la comuna», concluye.
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