El Partido Demócrata Cristiano se vio remecido tras el anuncio de renuncia por parte del diputado Raúl Soto, medida concretada este lunes en el Servicio Electoral. La militancia reaccionó de distintas maneras ante el alejamiento del renguino, quien llegó a presidir la comisión del Trabajo en la Cámara formando parte de la Falange.
El presidente del partido, Fuad Chahín, quiso bajarle el perfil al asunto ninguneando al abogado. “Para nosotros no tiene ninguna importancia. Lo que yo les puedo decir es que militar en un partido es un hecho voluntario. Es una decisión libre que toma cada persona. Raúl Soto hace dos años y medio tomó la decisión de entrar al partido para ser diputado. Lo hizo libremente, y hoy día toma la decisión de irse”, dijo el timonel DC.
El diputado subjefe de bancada Daniel Verdessi aseveró que “nosotros, los democratacristianos, no nos tratamos de traidores. Nos tratamos de camaradas, de amigos, y tenemos una buena relación, y yo he luchado por eso”.
En tanto, el jefe de bancada, Gabriel Ascencio, manifestó que “hay algunos que están siempre molestos, pero que aprovechan bien las oportunidades. En dos años y medio se hizo diputado gracias a la DC. Está bien, no tengo ningún drama con eso”.
A su vez el senador de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, expresó que “cuando votamos igual (que la derecha), somos lo mismo, eso es un error político, porque no tenemos identidad frente al tema”.
El diputado Víctor Torres escribió en Twitter: “Lamento profundamente tu decisión, pero entiendo tus dolores y razones. Compartimos el mismo norte y compromiso de justicia social”.
El presidente de la Democracia Cristiana en la Región de O’Higgins, Mario Quijada, expresó que “las continuas divergencias y su permanente pugna con los dirigentes nacionales de nuestro partido hacían muy difícil su permanencia al interior de nuestra agrupación”.
Añadió que “Raúl Soto hoy renuncia a representar los valores que la Democracia Cristiana depositó en él, presentándolo como candidato y que la ciudadanía del distrito 15 lo eligiera como diputado de la república”. En esta línea sostuvo que “la tarea permanente de la Democracia Cristiana es representar a esa inmensa mayoría que no se siente reflejada por la polarización en la que muchas veces se desarrolla el debate público, facilitando así el nacimiento de liderazgos de corte populista, tanto de derecha como de izquierda”.
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