Por el delito de homicidio calificado fueron formalizados este martes un hombre de 23 años, Ulises Labrín; y una menor de edad, identificada como Francisca, de 15; en el Juzgado de Garantía de San Vicente de Tagua Tagua, como imputados de la muerte de Tomás Acevedo, el joven scout que fue encontrado sin vida la noche del sábado 27 de julio, quien presentaba múltiples heridas en el cráneo, cuello y tórax.
Según detalló la Fiscalía, el sujeto de 23 años habría actuado en venganza por una relación que el adolescente muerto habría mantenido con la menor de edad, que es pareja del acusado. La niña habría dado su consentimiento para acabar con la vida del scout.
Según se consignó en la audiencia, la menor habría inventado que Tomás Acevedo había abusado sexualmente de ella. Incluso se dijo que la niña habría elegido el lugar donde se concretaría el crimen.
Así fue como ella decidió citar al scout en el sector del estero Zamorano. Cuando llegó, apareció Labrín en ese lugar. Y usando guantes quirúrgicos, se abalanzó con una daga para propinarle más de 200 cortes que le provocaron la muerte.
El fiscal jefe de San Vicente, Claudio Riobó, explicó que “el imputado Ulises Labrín, en conocimiento de un supuesto atentado sexual que le había manifestado Francisca -su polola- y ante la negativa de querer efectuar una denuncia comenzó a fraguar un plan con el objeto de cobrar venganza”.
Agrega que “fue así que existió una planificación tanto de lo que es el lugar, el horario y el día, con el objeto de asesinar a Tomás”.
El fiscal asegura que en esa oportunidad “trajeron mudas de ropa, armas blancas para cometer el delito, guantes quirúrgicos para evitar evidencias, es decir toda una planificación para tal efecto”.
Aunado a esto, el persecutor agregó que “la menor, para nosotros en principio era una testigo más, que estaba aportando antecedentes respecto del hecho que ella sabía. Sin embargo, cuando apareció un llamado extraño a las 12:45 horas, justo en el horario que desaparece Tomás, comienzan las sospechas por parte de la policía y por parte de la Fiscalía”.
Asimismo, Riobó expresó que la menor dio en principio una versión y luego otra: “Niega en concreto el haber efectuado ese llamado. Para nosotros fue ya bastante relevante cómo se fue desarrollando la investigación. Luego, abrumada al día siguiente de esta presión que sentía, más la declaración que había brindado el día anterior, es que le cuenta parte de lo ocurrido a la madre, desligándose en cierto modo de responsabilidad y endosándosela al imputado”.
En cuanto si pedirán alguna diligencia psicológica para la menor, el fiscal destacó que no tienen ningún antecedente en concreto de que ambos imputados padezcan alguna enfermedad o trastorno mental que los haya impulsados a cometer el delito. “Para poder planificarlo, con esta forma y en el tiempo que lo hicieron, no se trata de un arrebato, se trata de una planificación metódica, fría”.
La menor quedó en internada provisoria en la cárcel de menores de Graneros, mientras que el adulto está en prisión preventiva en el complejo penitenciario de Rancagua donde van a cumplir la medida cautelar durante los próximos seis meses, ya que este fue el plazo que se dio para el término de la investigación.
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