Los integrantes de una familia de Australia nunca pensaron que después de salir a pasear con su perro, volverían ricos.
En medio de la caminata por un parque de Bendigo, la mascota -de nombre ‘Lucky’- comenzó a olfatear un lugar. Una de las hijas se acercó y encontró una pepita de oro avaluada en miles de dólares.
Sin saber lo que era, se lo llevó a su padre y le preguntó : ¿esto es oro?”.
Tras comprobar que sí, la suerte de la familia cambió, ya que -según el jefe de hogar- estaban complicados con las deudas.