Por «diferencias irreconciliables» con su progenitor, el diputado Eduardo Durán Salinas (RN) renunció este sábado a la junta de oficiales de la Catedral Evangélica de Santiago. Entidad liderada por su padre, el obispo Eduardo Durán Castro.
El parlamentario manifestó que no está de acuerdo con las declaraciones de su padre, ni con situaciones de su vida privada. Sin embargo, sostiene que «con gran dolor estoy presenciando un escarnio público sin misericordia a quien es nuestro pastor y obispo, pero al fin, hombre y débil como todos nosotros».
«Sí, mi padre pudo haber cometido errores que afectan la honra de la Iglesia, y que el Señor conoce, pero no merece en nada lo que vemos hoy», aseveró en un comunicado.
Refirió que conversó en varias oportunidades con él tratando de hacerle ver situaciones «erradas», lo cual les generó «conflictos y desavenencias».
«Por mi posición, los que los rodean me constituyeron en su enemigo, pero lo hice porque amo a mi padre y eso es lo que se considera lealtad. Y no callando como muchos que alardean con la palabra lealtad, y callaron sin darle un buen consejo», declaró.
Debido a esta decisión, la continuidad de Durán Castro a la cabeza de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal se ve cada vez más comprometida.
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