Este martes, el ministro de la Corte Suprema, Carlos Aránguiz, quien ejerce como ministro instructor por la causa de Interpol contra Carlos Cardoen, decretó una orden de arresto domiciliario total contra el empresario colchagüino.
La Corte también levantó el secreto de la investigación y se fijaron dos meses de plazo para que Estados Unidos formalice su extradición.
Según trascendidos, la PDI logró ubicarlo y actualmente estaría cumpliendo la medida dictada por la Justicia en su fundo ubicado en la comuna de Santa Cruz.
Recordemos que Cardoen tiene una causa pendiente con EE.UU. desde 1993, por una denuncia que pesa en su contra por eventual exportación de circonio a Irak, mismo material que se utiliza en la elaboración de bombas de racimo.
Desde entonces, hace 26 años, que Interpol mantiene una alerta roja contra el empresario, la que se renovó en 2009 y fue extendida nuevamente desde el año 2015 a 2019.
Los abogados del empresario, Joanna Heskia, Marcia González y Juan Pablo Olmedo, señalaron a través de una declaración pública que este escenario era «previsible», considerando que el procedimiento a aplicar corresponde al «antiguo sistema procesal penal».
Agregaron que «tras 26 años de vigencia de una alerta roja ilegal por parte de Interpol, la decisión del Ministro obliga a los EE.UU. a solicitar la extradición dentro del plazo de 60 días».
El equipo jurídoco de Cardoen recalcó la voluntad de aportar en el proceso “para garantizar el acceso a la justicia de Carlos Cardoen Cornejo, la defensa continuará colaborando con el Estado de Chile”, ello, con el objetivo de “dar pronto término a este abuso de poder, que requiere el rechazo a la extradición y el término de la alerta roja”.
La defensa del empresario
Hace unas semanas, Estados Unidos solicitó la detención del empresario con la finalidad de extraditarlo a ese país. En ese momento Cardoen se refirió a este hecho ratificando su inocencia.
“Lo que ellos aducen es la supuesta exportación, desde Estados Unidos a Chile, de un material que se llama circonio -que pude haber comprado en cualquier parte del mundo, pero que compré en Estados Unidos, porque era mucho más fácil y porque ellos me lo ofrecieron-, y según ellos esas exportaciones a Chile serían ilegales. Eso es una falacia”, manifestó el empresario.
En esa línea agregó que en este caso “yo fui y sigo siendo un chivo expiatorio, porque seguramente encontraron que era el más fácil de atacar… pero se les olvidó que los huasitos colchagüinos no entregamos la oreja tan fácil”, argumentó.
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