Tras el altercado que se presentó en la Casa de la Cueca, en la comuna de Graneros, los protagonistas de esta confusa situación coinciden en que es parte de otros enfrentamientos y del tenso clima que se vive al interior del concejo municipal.
El alcalde, Claudio Segovia, detalló que hechos similares ya se han vivido en los últimos meses, tales como agresiones verbales, “pero no se había llegado a los golpes y esto es un límite que entre nosotros debemos impedir, no solo porque se agrede a un ser humano, sino la investidura de un alcalde, la primera autoridad de la ciudad y no puede ser vejada y menoscabada”.
Destacó que “el llamado que yo le hago a ellos es a la unidad, a trabajar en conjunto por el futuro de la ciudad y poder aunar criterios para que podamos avanzar en un Graneros que necesita que nos pongamos de acuerdo para trabajar. Nosotros hemos avanzado, hemos crecido como ciudad y los emplazamos a ellos a deponer esas actitudes y a sumarse a una ciudad que tiene el derecho a crecer”.
Por su parte, la concejal Raquel Campos, aseguró que lo vivido en la Casa de la Cueca es “producto de las innumerables veces que el alcalde nos ha basureado, nos ha pisoteado, ha vulnerado nuestros derechos como mujeres».
Asegura que «él ha tenido desde que asumió, una persecución horrorosa (…) no nos ha permitido trabajar. Es una persona que hace uso y abuso del cargo que tiene”.
De todas formas, Campos dice que “siempre hemos estado llanas a colaborar, a aprobar cuando se trata de proyectos que van en beneficio de la comuna, nunca nos hemos negado» y recuerda que «nosotros hemos hecho denuncias con pruebas, ante la Fiscalía, ante el Tribunal Electoral y ante el Consejo de Defensa del Estado”.
Por su parte, la concejala Teresa Elgueta, a pesar de haber protagonizado el altercado con Claudio Segovia, manifestó que “yo creo que es bueno trabajar unidos por el bienestar de la comunidad, siempre le he solicitado al alcalde trabajar en unidad”.
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