Ha sido el tema que todos comentan en Graneros. Es que nadie ha quedado indiferente al altercado que protagonizaron el alcalde Claudio Segovia, con un grupo de concejales en una ceremonia que el jueves pasado se realizaba en la Casa de la Cueca.
En el incidente, el jefe comunal fue agredido por la concejal Teresa Elgueta, quien debió pasar la noche en la Comisaría. Tras la audiencia de formalización, si bien fue dejada en libertad, quedó con la medida cautelar de prohibición de acercarse al alcalde en términos agresivos.
Una situación que, según señalan los conocedores del clima que se vive al interior del concejo municipal, solo vienen a reflejar lo tenso del ambiente político en esta comuna.
Pero lo del jueves traspasó todos los límites, ya que se llegó a la agresión hacia una autoridad, la que fue provocada por otra autoridad. Inaceptable por donde se mire la situación.
Diferencias de opinión siempre van a existir en el mundo político. Y naturalmente se vuelven más notorias cuando se acercan las elecciones, aunque aún estamos a un año y medio de los comicios municipales.
Pero más allá del escenario que se vive en Graneros, situaciones como las que sucedieron en la Casa de la Cueca deben desaparecer del mapa político. Situaciones como esta solo enlodan más a la política y demuestran que las autoridades no están a la altura de la situación.
La política y el comportamiento de las autoridades deben ser un ejemplo para el ciudadano en relación a cómo se deben resolver los problemas y conflictos, a través del diálogo, el respecto y con altura de mira. Solo así se podrá avanzar en los distintos puntos de desacuerdo, como también permitirá aunar posturas cuando esté en juego el beneficio de la ciudadanía.
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