La recaudación fiscal por un impuesto digital, según cálculos del Ministerio de Hacienda, podría llegar a los US$40 millones, una vez que el sistema entre en régimen. Para ello, sería necesario avanzar a la tasa general del IVA, por propia recomendación de la OCDE. Así lo señaló el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, cuando fue consultado por cuál sería la tasa que el gobierno está estudiando para gravar a los servicios digitales. En la práctica sería pasar del 10% propuesto inicialmente, para igualarlo al 19% del IVA, tal como vienen pidiendo distintas organizaciones nacionales.
“Bienvenido el cambio tecnológico, pero no significa que las empresas digitales tienen que andar libre sin pagar impuesto alguno», aseguró Felipe Larraín.
Desde que el gobierno anunció un impuesto a los servicios digitales, este tema ha sido materia de discusión, ya que podría impactar en el precio final que cancela el consumidor.
Por ello, una situación que se evalúa para implementar este impuesto tiene que ver con la industria en que opera. Por ejemplo, Airbnb compite con la hotelería, que sí paga IVA; por lo tanto debería estar sujeto a un régimen similar. Lo mismo ocurriría con Netflix, que compite con DirectTv y VTR.
Distinto sería el caso Uber o Cabify, ya que el transporte de pasajeros en Chile no está sujeto a IVA. Ahí, la solución sería pagar impuestos al ingreso.
Los expertos aplauden esta medida. Por un lado, permite un mayor ingreso para el Estado; y además, mayor regulación en la industria. Y a pesar de que podría tener un impacto en el valor final del producto, también genera un ‘emparejamiento de cancha’ al momento competir.
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