El diputado Raúl Soto (DC) valoró la renuncia del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, precisando que es «una señal clara y concreta que va en la dirección correcta a lo que necesita la Iglesia Católica, ser una institución coherente que saque de sus filas a un arzobispo investigado por diversos delitos de encubrimiento».
El diputado Soto es autor del proyecto de ley, próximo a ser votado en la sala de la Cámara de Diputados, que obliga a religiosos a denunciar casos de abuso sexual que estén bajo su conocimiento, además de endurecer las penas asimilando la omisión del deber de denuncia al encubrimiento.
Soto aseguró que es momento de que «Ezzati enfrente y colabore con la justicia fuera de la institución, es necesario transparentar la información y establecer todas aquellas renuncias y expulsiones que se requieran. Solo así se puede entregar una señal clara, concreta, de una iglesia que busca recuperar la confianza en el país, en la ciudadanía, que busca volver a legitimarse y que busca también justicia y verdad para los cientos de niños y niñas y adolescentes que han sido abusados sexualmente”.
Por su parte, Ricardo Ezzati aseguró que su renuncia responde a un criterio del derecho canónico, ya que hace dos años y algunos meses ya había cumplido los 75 años, por lo que requería de un reemplazante.
A juicio de Soto, sus declaraciones «demuestran una falta de compromiso con la investigación, ya que un arzobispo investigado y acusado públicamente por encubrir casos de abuso sexual no puede ser la cara de la Iglesia Católica chilena, esto era completamente contradictorio».
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