Día Internacional de la Mujer

El Día Internacional que hoy celebramos conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. La primera celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora tuvo lugar el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. En 1972 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 1975 Año Internacional de la Mujer  y en 1977 invitó a todos los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

Hoy, 8 de marzo, se celebra en nuestra patria este Día tan especial y merecido, por lo cual enviamos a todas nuestras lectoras, y a todas las mujeres de Rancagua y de Chile, un gran abrazo y nuestras felicitaciones.

Durante muchos siglos, la mujer ocupó un lugar mezquino en la sociedad humana. Se le privaba de los estudios, se les destinaba a las pesadas labores domésticas y a la reproducción, para mantener la raza. En las interminables guerras, era el botín predilecto de los vencedores. Estuvo ausente de los cargos directivos, y solo con la Revolución Industrial comenzó la larga y sacrificada tarea de alcanzar la plenitud de derechos, pero también de deberes.

Lo expresado no impidió, sin embargo, la presencia conductora de mujeres extraordinarias, cuya memoria ha retenido la historia. En nuestra patria, relumbran Fresia, Guacolda, Inés de Suárez, Javiera Carrera, Eloísa Díaz, la primera mujer titulada como médico, Anita Lizana, en el tenis, Gabriela Mistral, primer Premio Nobel de Literatura de Hispanoamérica, Michelle Bachelet, entre muchas, que son una constelación de estrellas que multiplican la que luce nuestra bandera sacrosanta.

En 1952, la mujer chilena sufragó por primera vez en elecciones presidenciales, y hoy se destaca en todas las actividades nacionales, incluidas nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, en que a pesar del enorme sacrificio que conlleva cumplir tan patrióticas tareas, las cumplen con celo y gran calidad. Igualmente, resaltamos la exitosa presencia de la mujer en la filas bomberiles, en plena igualdad de obligaciones de servicio.

A pesar del enorme camino recorrido, de avances notorios y notables, todavía falta mucho que superar. En pleno siglo XXI, todavía la mujer gana menos remuneraciones que un hombre en igualdad de puestos de trabajo, todavía permanece menoscabada en los desempeños gerenciales del sector privado, sus derechos reproductivos no están enteramente reconocidos, hay metas que superar.

Este Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para meditar acerca del estatus de nuestra mujer chilena, expresarle nuestra admiración, motivarla a seguir conquistando nuevas posiciones de vanguardia, alentarla.

Pero, todo con un ruego que me sale del alma: alcanzar la igualdad no significa transformarse en hombres, perder la delicada femineidad, descuidar su honestidad y su prestigio. ¡Aún tenemos mujeres, ciudadanos!, las queremos con los mismos derechos y obligaciones que los varones, pero siempre femeninas.

Mario Barrientos Ossa.

Abogado.

Magister en Derecho U. de Chile.