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Editorial

Editorial: El ataque a Carolina

MARTES, 19 DE FEBRERO DE 2019
Publicado por

Equipo de Corresponsales



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Mientras caminaba con su pareja, el pasado 14 de febrero en Pudahuel, Carolina Torres –de 24 años- fue brutalmente golpeada en la cabeza por tres personas.

Producto de sus heridas, la mujer debió ser derivada de urgencia a la ex Posta Central, donde se encuentra grave, con pérdida de conocimiento fluctuante, pero fuera de riesgo vital.

La PDI ya tendría identificado a los individuos que participaron en la agresión. Y también se están llevando a cabo diligencias para determinar la naturaleza de la agresión, específicamente si habría sido motivada por la orientación sexual de la joven.

Mientras se intenta dilucidar esta agravante, el ataque fue condenado por varios sectores, incluso el presidente Sebastián Piñera repudió la agresión al señalar que «todos merecemos vivir en paz, con dignidad, respeto y tolerancia. Solo así construiremos un Chile más inclusivo y mejor».

La agresión a Carolina pone en el debate que tan necesario es introducir modificaciones a la Ley Antidiscriminación.

El primer paso tiene que ver con fortalecer la necesidad de prevenir este tipo de hechos. Y en este paso, para algunos es clave que la amenaza también sea tipificada en la ley Zamudio. Lo que debe estar acompañado de una potente red de apoyo para que las personas que sufren ataques de esta índole se sientan más protegidas y se atrevan a denunciar.

Además, existe la necesidad de crear una institucionalidad que permita, desde el Estado generar políticas públicas que aporten – a través de un trabajo intersectorial- en la prevención de este tipo de situaciones.

Pero así como para algunos, la legislación actual debe ir generando instancias que permitan fortalecerla, no es menos importante que como sociedad avancemos en el respeto, la tolerancia y la inclusión.

Este es el paso más firme que debemos dar para evitar ataques homofóbicos, por raza o por alguna otra razón que tenga que ver con un acto discriminatorio.

De lo contrario, no avanzaremos como sociedad para tener una conducta y conciencia que permita poner en práctica el  respeto por la diversidad, por quien piensa o actúa distinto, ya que ninguna ley será suficientemente fuerte como sí sería un cambio cultural que evite  que estas lamentable situaciones se sigan repitiendo.


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