Un nuevo caso de femicidio se conoció durante la mañana de este miércoles en Rancagua. Una mujer de 49 años murió a manos de su pareja, en la villa Bosques de San Francisco, luego de recibir al menos tres heridas cortopunzantes en el torax.
El hecho quedó al descubierto luego que el agresor se entregara a la policía y confesara el crimen que cometió en el dormitorio que ambos compartían. La pareja llevaba más de 30 años juntos y tenían tres hijos.
Se trata del segundo delito de estas características que ocurre en el país, en los dos primeros días de 2019. El primer femicidio del año ocurrió en Puerto Montt luego que José Rivera, de 60 años, agrediera a su pareja al interior del domicilio que compartían, en el sector Lomas de Cardenal. La mujer fue identificada como María Barría, de 56 años.
La sociedad chilena hace años viene luchando contra este delito, ya sea endureciendo la legislación, con penas mayores para quienes cometan crímenes contra la mujer en el marco de una relación de pareja; y segundo, a través de políticas públicas de prevención que eviten llegar a situaciones que debamos lamentar. Por ejemplo, campañas relacionadas a evitar la violencia en el pololeo, que apuntan a jóvenes y adolescentes para que sepan detectar señales en este sentido.
Por ello, es importante estar atento a todas las señales. Las familias, los amigos o los vecinos no deben transformarse en meros espectadores de situaciones de agresión, no solo física, sino que también verbal, psicológica o económica, que podrían en un futuro, terminar en algún acto mayor de violencia.
En este sentido, es clave el apoyo para aquellas mujeres que sufren hoy violencia intrafamiliar.
El primer paso es la denuncia. Es clave dejar constancia de estos hechos, especialmente porque permitirá activar los protocolos judiciales y policiales que permitirán mayor protección y tomar las medidas necesarias de prevención.
Pero ¿por qué muchas veces no se hace la denuncia? Para revertir esta situación, es clave que el Estado se haga responsable de generar una red de apoyo a la afectada, que le permita –entre otras cosas- contar con herramientas para enfrentar el futuro- especialmente porque en muchos casos, la víctima es dependiente del agresor.
Evitar crímenes como los conocidos en los primeros días de enero es una tarea que como sociedad debemos enfrentar.
Comentarios
Noticias recientes
Más Leídas