Este lunes se realizó el nombramiento oficial del nuevo rector que desde el próximo año dirigirá el Instituto O’Higgins de Rancagua hasta el año 2021. Se trata de Claudio Castillo Faúndez, quien hace 30 años integra la Congregación de los Religiosos de Marynoll y lleva consigo una amplia trayectoria docente en variados colegios del país.
Además, en una ceremonia privada realizada en el establecimiento, la comunidad escolar compuesta por apoderados, alumnos y profesores, pudo despedir al saliente Pedro Díaz Cuevas, quien fuese rector del establecimiento durante siete años, y quien se mantendrá en funciones hasta el término de 2018.
Tras el encuentro, el rector saliente repasó su trayectoria al mando de la institución y señaló que “mis sentimientos son de mucha gratitud al partir de esta misión”, por “la linda familia que formamos con personas que se comprometen para educar a niños y jóvenes”.
Díaz destacó el compromiso de la comunidad escolar con el proyecto educativo, aportando ideas e incluso críticas, elementos claves a la hora de asumir desafíos y construir comunidad.
Pedro Díaz se desempeñará como rector en el Instituto Alonso de Ercilla de Santiago, desafío que asumirá desde marzo de 2019. Un colegio «que se ha destacado en los buenos resultados, en lo académico y deportivo”, indicó.
El rector saliente se refirió además a un complejo momento que la comunidad escolar del Instituto O’Higgins de Rancagua experimentó cuando salieron a la luz en 2017 los abusos sexuales que habría cometido un miembro de la congregación, el religioso Abel Pérez, en contra de 14 estudiantes de dos establecimientos que pertenecen a la Red de Colegios Maristas.
En su momento esto causó gran revuelo, puesto que Pérez ejerció la docencia en el Instituto O’Higgins durante los años 1989 a 1991 y luego durante el 2008 y 2009.
Díaz aborda esta situación y explica que “fueron momentos que nos pusieron en alerta y muy tristes a todos quienes son parte de la obra” y calificó estos hechos como “lamentables”.
El rector que alista su partida añade que ese momento “lo enfrentamos con mucho coraje, con valentía, con transparencia también”.
Asimismo, el rector añadió que a este proceso siguió el diálogo con los apoderados, “invitándoles cada vez que podemos a que si hay o hubo víctimas en Rancagua, que lo comuniquen”, a fin de que “nosotros podamos cursar las medidas a la autoridad para investigaciones judiciales o canónicas”.
Esa forma de actuar ante este hecho, a su juicio, fue valorada en su momento por los apoderados, razón por la cual “hoy día tenemos esa tranquilidad, que todos nos jugamos por la seguridad de los niños, por protegerlos”, recalca Pérez.
Finalmente el rector recalcó que “un hecho así no puede volver a repetirse en ningún colegio marista”.
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