El proyecto se sustenta sobre la base de que los menores deben ser protegidos de cualquier tipo de violencia, ya que “el hecho de presenciar violencia y maltrato a los animales perpetúa el ciclo de violencia”, explicó el concejal de Rancagua, Carlos Arellano.
El edil agrega que “la habituación a la violencia entre niños se consolida si les mostramos que puede ser legítima e incluso recomendable”.
Este proyecto comenzó a tomar forma en trabajo con organizaciones contra la violencia y animalistas, y se sustenta en que inculcar desde temprana edad que los animales pueden ser maltratados por diversión, puede potenciar en los menores conductas agresivas.
“Si hoy regulamos la entrada de un menor a un cine donde hay violencia, también debe prohibirse su ingreso a cualquier evento donde un ser indefenso sea torturado o explotado en vivo y en directo”, enfatizó el político DC.
El concejal espera reunirse durante las próximas semanas con parlamentarios de distintas bancadas en el Congreso Nacional para trabajar esta iniciativa, que según explica, busca proteger a menores de edad y comenzar desde la niñez a erradicar la violencia.