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Aula Segura: FIDE O'Higgins advierte que ley "no es garantía absolutamente de nada"

VIERNES, 16 DE NOVIEMBRE DE 2018
Publicado por

Equipo de Corresponsales


El presidente regional, Humberto Palma, plantea que este proyecto deberá complementarse con un nivel pedagógico y de formación dentro de las comunidades educativas.


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Este lunes se despachó finalmente por la Cámara de Diputados, el controversial proyecto Aula Segura, el cual busca fortalecer las facultades de los directores de establecimientos educacionales en materia de expulsión y cancelación de matrícula en determinados casos de violencia.

Las reacciones del mundo educacional no se hicieron esperar. El presidente regional de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE) de O’Higgins, Humberto Palma, ve como una «buena señal que los parlamentarios hayan acogido esta necesidad».

El representante de FIDE sostiene que antes de la ley «estábamos en una tierra de nadie, nos sentíamos como con los brazos atados». Asegura que recibían testimonios de profesores que «se sentían violentados, atacados física y psicológicamente y tenían este sentido de estar indefensos».

Palma señaló estar de acuerdo con el contenido del proyecto en cuanto a las atribuciones otorgadas a los directores y advierte que «en los procedimientos es muy probable que haya que hacer mejoras en cómo se garantiza el debido proceso».

Aún así, Palma considera «positivo» que los parlamentarios reconozcan que «aquí tenemos un problema, como país, como sociedad que tenemos que resolver».

En esta línea, como federación «esperamos que estas atribuciones a los directivos no sea una suerte de desentendernos del problema y endosarlo a las comunidades educativas», problema que a su juicio se viene arrastrando hace mucho tiempo.

El presidente de FIDE sostiene que el origen del problema se gatilló cuando hace un tiempo se restó atribuciones a los directivos para enfrentar hechos de violencia al interior de los establecimientos.

Esto, sumado a una legislación -a su juicio-  enfocada en «garantizar que ningún estudiante sea expulsado (…)  generó lo que hoy día estamos lamentando», plantea Palma.

El proyecto Aula Segura «no es magia», advierte, ya que «esto es cultura, pero sí es una señal a nivel legislativo», por cuanto sostiene que «hay mucho más que trabajar».

En este sentido, plantea que «la buena convivencia es fruto de una cultura, lo cual implica respeto por las autoridades, a los derechos de todos».

Palma insiste en que este proyecto deberá complementarse con un nivel pedagógico y de formación dentro de las comunidades educativas ya que «esto no es magia, o sea, la ley no es garantía absolutamente de nada, es simplemente la sociedad y los parlamentarios que dicen esto no queremos», sentencia el presidente regional de FIDE.

 


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