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Columnas de Opinión

El futuro ya está aquí, en la región de O’Higgins

VIERNES, 25 DE MAYO DE 2018
Publicado por

Columna de Opinión



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¿Cómo se verán los robots en el futuro?, ¿podremos diferenciarlos de las personas? Estas fueron algunas de las preguntas que surgieron entre los asistentes de la séptima versión del Congreso del Futuro realizada en Rancagua, mientras Nadia Thalmann, experta en robótica social, presentaba a la audiencia a Nadine, una versión robótica de ella misma, capaz de interactuar con otros humanos.

Ante sorprendente creación, inevitable fue pensar que ese futuro creado en las películas de ciencia ficción podría estar a la vuelta de la esquina. En las ciudades inteligentes del futuro, estos robots humanoides podrían convivir con nosotros, prestar asistencia a la población infantil y de la tercera edad o formar parte de la fuerza laboral, de hecho, Nadine se desempeña actualmente como recepcionista en la Universidad Tecnológica de Nanyang.

¿Cómo utilizamos los avances de la ciencia, la tecnología y la innovación para modelar las ciudades del mañana, poniendo el bienestar humano en el centro? La respuesta parece estar en el diseño de políticas públicas basadas en la evidencia, construidas desde el diálogo fluido entre la sociedad civil, la comunidad política y científica, para abordar los desafíos de complejidad creciente que el desarrollo nos plantea en materia energética, transporte urbano, medio ambiente, cuidado de la salud, gestión de desechos, emisiones de carbono o el urgente cambio de paradigma entre la producción y consumo de alimentos.

La región de O’Higgins deberá enfrentar estos desafíos a nivel local, el aumento de la población nos obligará a duplicar la producción de alimentos, sin embargo, la tierra cultivable se está reduciendo, y los trabajadores agrícolas están migrando a las ciudades. Bennedetto de Vivo, nos instó a considerar la exploración geoquímica para monitorear la composición de los suelos, en cuanto a biodisponibilidad y la toxicidad de los elementos inorgánicos que afectan la producción y la calidad de los alimentos, a evaluar el potencial efecto en la salud humana y a proporcionar información científica útil para el público general y las autoridades responsables de la política medioambiental y sanitaria, evitando la configuración de lo que llamó “desastres humanos”.

La ciencia, la tecnología y la innovación son el único camino posible al desarrollo sostenible. En este tránsito, las universidades del Estado tendrán un rol protagónico en generar el conocimiento necesario.

Vania Figueroa

Académica Instituto de Ciencias de la Salud

Universidad de O´Higgins


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