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Editorial

Editorial: Aula Segura y la violencia en colegios

VIERNES, 12 DE OCTUBRE DE 2018
Publicado por

Equipo de Corresponsales



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El alcalde de Santiago, Jorge Alessandri, difundió un video en redes sociales donde un grupo de jóvenes golpea a un efectivo de Carabineros que se encuentra en el suelo. El hecho ocurrió el pasado martes 2 de octubre en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), en medio de un procedimiento que realizó la policía, donde detuvo a 6 estudiantes, luego que se lanzaran bombas molotov a las afueras del recinto.

Una lamentable situación que se suma a otros actos de violencia al interior de colegios, como cuando se lanzó una bomba molotov a Carabineros, cuando una profesora fue rociada con bencina en una manifestación, o al destrozo del inmobiliario.

Las imágenes del INBA volvieron a colocar en el debate público el proyecto de ley Aula Segura, que envió al Congreso La Moneda y que busca, entre otros puntos, darles mayores atribuciones a los directores de colegios para expulsar a los estudiantes sorprendidos cometiendo actos de violencia.

Iniciativa que no cuenta con el respaldo de un grupo importante de la oposición e incluso la comisión de Constitución de Senado la declaró inconstitucional.

Pero más allá de la discusión política e ideológica que se ha generado en relación a esta iniciativa, acá debe existir una condena transversal –no solo en el discurso, sino que con señales claras- a los distintos actos de violencia que se han conocido en los últimos meses al interior de los establecimientos de educación.

No se trata de coartar la libertad de expresión de los estudiantes, menos poner fin a las marchas o forma de protestas pacíficas. Esas instancias deben seguir existiendo y los secundarios deben aprovechar esos espacios para dar a conocer su pensamiento de manera pública.

Lo que no se puede permitir es que actos de violencia como los descritos anteriormente sigan ocurriendo. Y para ello se requiere que los distintos sectores políticos unifiquen criterios en la materia y se establezcan mecanismos o herramientas que permitan hacer frente a este tipo de actos y que a la vez eviten que se propaguen a otros establecimientos.

Pensar en cómo cuidamos y fortalecemos la educación pública tiene que ver también con cómo enfrentamos este tipo de violencia, que se escapa de todos los márgenes que hoy tienen permitidos los estudiantes para manifestarse de forma pacífica.


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