[Cartas al director]

Sr. Director:

El 17 de Noviembre, en el caso de R.N., y el 02 de Diciembre en el caso de la Udi, los partidos «ejes» de Chile Vamos realizarán los comicios en donde sus militantes deberán elegir las directivas que regirán sus destinos por los próximos dos años. Elecciones que especialmente en el caso de la Udi, y en menor medida en el de R.N., se definirán -«curiosamente»- no sobre la base de tomar posiciones respecto de los planteamientos contenidos en el Programa de Gobierno del Presidente Piñera, y menos aún sobre la mejor forma de proyectar su obra para que Chile Vamos logre su propósito de obtener un 2do o 3er mandato, sino sobre… ¡temáticas instaladas mediáticamente por el «progresismo»!

¿»Dictadura» o «Gobierno Militar»?… ¿Libertad para elegir una «identidad de género» a los 14 o a los 18 años?… ¿Acuerdo de Unión Civil o Matrimonio homosexual?… ¿Adopción homoparental?… ¿Eutanasia o muerte digna? y… etc. Una elección en la que -según muestran los medios-, lo relevante no será definir (o redefinir) las posiciones político – ideológicas partidistas, sino sus posiciones «valóricas». Elecciones que en buena medida, serán definidas por los nuevos militantes que -con «ansias» de servir al País-, ingresaron tanto a R.N. como a la Udi cuando ya se vislumbraba el triunfo del Presidente Piñera o cuando éste ya se encontraba consumado, y que permanecen a la espera de ser «instalados» para poder cumplir con su noble propósito.

El punto es que plantear las internas de R.N. y/o de la Udi sobre la base de definir posiciones «valóricas», no sólo equivale a que esos partidos instalen un escenario perder – perder, tanto para ellos como para el propio Gobierno, sino al que además… instalen un escenario ganar – ganar para Evopoli y/o para el Movimiento Acción Republicana; un partido y un movimiento que no tienen problemas de definiciones «valóricas», y a los cuales -y así es la política-, les resulta más conveniente para sumar adeptos que quienes triunfen en las internas R.N. y/o Udi sean aquellos que representen posiciones «valóricas» discordante de las propias, a que lo hagan quienes son más cercanos a sus postulados.

Roberto A. Olivares Pizarro