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Columnas de Opinión

Libertad de expresión

MARTES, 14 DE AGOSTO DE 2018
Publicado por

Columna de Opinión



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Un antiguo refrán da cuenta de que aquello que se da por sabido termina siendo olvidado. A veces, esa situación nos ocurre con la libertad de expresión, la disfrutamos de tal forma y con tanta intensidad que damos por sentada su existencia y el respeto que conlleva.

Expresar los dictados de nuestra razón y aún de nuestra emoción es un acto que en sí mismo posee valor y produce efectos. En lo que esos efectos signifiquen podremos estar de acuerdo o en desacuerdo, pero la libertad para manifestar lo que pensamos o sentimos es fundamento y base de nuestra más sana convivencia. Por ello la Constitución Política vigente asegura a todas las personas “la libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio, sin perjuicio de responder de los delitos y abusos que se cometan en el ejercicio de estas libertades, en conformidad a la ley,..”

Por cierto, no es prudente creer o pensar que siempre tendremos o hemos tenido esa libertad, o que se sostiene solamente porque la establece la Constitución. Es un ejercicio diario para practicarlo con respeto y teniendo en cuenta que siempre habrá quien piense distinto en uso del derecho a disentir que todos tenemos.

A su turno, el respeto por los derechos esenciales del ser humano y su especial dignidad es un límite fundamental, a la vez que es una oportunidad de mantener viva la libertad de expresión.

A veces, en nuestra sociedad, la falta de tolerancia inhibe a las personas menos expresivas y por ello nos quedamos sin conocer una opinión que por la sola circunstancia de ser emitida ya es valiosa. No se trata de ser condescendientes, si no de entender que una parte de la verdad anida en cada uno de  nosotros y tenemos derecho a manifestarla aún cuando esa parte de la verdad no sea grata.

Es necesario cultivar el derecho a expresarnos y aceptar que las demás personas también gozan de ese derecho. Si consideramos erradas sus ideas tendremos que argumentar hasta que exista un punto de encuentro, esa es la otra faceta de la libertad de expresión: el diálogo, en la acepción de Platón, es decir el encuentro del sentido a través del discurso racional.

Expresemos la razón, expresemos la emoción, dialoguemos con respeto a los derechos esenciales del ser humano. Esta parece ser la base de la convivencia ciudadana y del enriquecimiento cultural de los países.

No olvidemos que: “lo que por sabido se da, por sabido se calla y por callado se olvida.”

Director de Carrera de Derecho Universidad Aconcagua, Jorge González.


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