Óscar Zamora e Iris Briones, los padres de Priscila Zamora, la menor de 14 años que falleció el pasado 10 de agosto en un vuelo Latam que venía desde Miami a Santiago, estuvieron en el «Muy Buenos Días», donde entregaron su desgarrador testimonio de los últimos momentos con vida de su hija.
«Mi hija le dijo a su hermano que sentía mucho dolor de cabeza y que ya le estaba comenzando a doler el pecho», partió relatando Óscar, sobre los primeros síntomas de su hija que comenzaron alrededor de la medianoche.
Tras dos horas de vuelo, el hermano de Priscila le pidió ayuda a una azafata, quien le dio una agüita de manzanilla. Aunque la joven que sufría hipertiroidismo estaba con fuertes dolores, sus padres denuncian que las azafatas no llamaron a un doctor: «No podemos molestar al médico porque viene descansando», les habrían dicho.
Luego de mucha insistencia de los padres, finalmente el doctor le dio una pastilla de Deprancol, recetada para el hipertiroidismo. Sin embargo, el efecto del medicamento no logró recuperarla: «Ella estaba gritando, me dice ‘Mamá, mamá, no puedo más, me duele el pecho. No puedo más, por favor’. Tomo a mi hija, me voy al baño, y ella comienza a vomitar. Luego ella se empezó a desvanecer», relató Iris.
Cuando la llevó de regreso al asiento y a pesar del complejo momento que vivían, las azafatas no la habrían asistido. «Yo le doble los pies, y ellas pasaron como 4 veces con la comida como si nada, inhumanas totalmente», agregó la madre de la joven.
«Pasaron 2 horas y medias, pero ya no tenía fuerza para sostenerse. Mi hija no hablaba (…) Cuando grité auxilio, el médico me pasó un oxígeno. Yo no podía sostener a mi hija y el tanque, ninguna azafata tuvo la amabilidad de ayudarme a sostenerlo», recordó afectada.
Posteriormente Priscila cayó el suelo y su padre señaló que: «Me abracé a su cuello y comencé a orar por ella. ‘Priscilita por favor resiste, que tenga paz tu corazón, por favor hija’. Cuando su cuerpo se dejó de mover, y su mirada se clavó para atrás, en ese momento yo supe que mi hija había partido».
Cuando se confirmó la muerte de Priscila, una de las azafatas informó la situación a los demás pasajeros por altoparlante. «Eso fue después de 4 horas. Les pido que por favor se hagan responsables. Se llamó a médicos cuando mi hija ya estaba muerta», sentenció Zamora.
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