Enseñar criminología en tiempos de populismo penal

Nunca ha sido fácil ser profesor, sea del nivel que sea, además, de la transferencia de conocimientos; es necesario transmitir ciertos principios éticos que se relacionan con el respeto por la dignidad humana y con las bases de la democracia.

En la carrera de Derecho, hablar de este tema, cobra especial relevancia cuando abordamos el tratamiento del fenómeno delictual. Efectivamente, el Derecho como acto civilizatorio del más alto nivel, se juega gran parte de su legitimidad cuando debe tratar la violencia social, y la racionalización de la reacción del Estado respecto de ésta.

Enseñar criminología y derecho penal hoy en día es un asunto complejo, vivimos en una sociedad donde el delito es carne para el sensacionalismo periodístico, así, se habla de olas delictuales, de combates y comandos junglas. Toda una verborrea belicista, que da la impresión de que nos enfrentamos a un sindicato organizado de delincuentes.

A esto, poco ayuda la multiplicación virtual de los hechos mediante la caja de resonancia de las RRSS y una clase política que actúa de forma irresponsable. Los estudiantes, en algunos casos, ven violencia en sus propios contextos sociales y familiares. Además, pertenecen a una generación que ha crecido bajo el fenómeno llamado “populismo punitivo”, donde el delito es un espectáculo y no un hecho grave, seriamente informado y contrastado.

Enseñar Derecho penal hoy, significa posicionarse en la vereda de la comprensión racional del conflicto, significa comunicar a los alumnos, que es tan criminal y mil veces más dañino socialmente, un delito de corrupción o de poderosos, que la delincuencia común.

Significa convertirlos en ciudadanos críticos, en un contexto donde se sobrevalora el “sentido común” y se desprestigia la voz de la ciencia. Es pedir, eliminar estigmas y abandonar la idea de que el delito es un trabajo de pobres. Enseñar criminología y Derecho penal hoy, es invitar a los alumnos a repensar el problema de la violencia social desde el marco del conocimiento, desde la comparativa internacional, pero, sobre todo, desde la democracia y el respeto a la dignidad humana.

Jefe de la carrera de Derecho UOH,  Claudio González.