Sus publicaciones de Facebook, donde subía imágenes de la vida de lujos que llevaba, fueron algunas de las pistas seguidas por el OS-9 de Carabineros que les permitieron lograr la detención de Valentina Salas Soto, escort de 21 años acusada de drogar a sus clientes en Santiago, para robarles.
Salas, tenía el apodo de «femme fatale» y no actuaba sola en sus ilícitos, junto a ella fue detenida su madre Pamela Soto, y el encargado de reducir los vehículos que robaban, identificado como Juan Quezada.
La teniente de Carabineros, Javiera García detalló que al momento de la detención de Valentina, se encontró una caja fuerte con múltiples llaves de vehículos, además de dinero en efectivo, anillos y relojes de hombre, según consignó T13.
Según información policial, madre e hija, «trabajaban juntas» y tenían un modus operandi donde, luego que Valentina llegara a los lugares acordados con los clientes, que pagaban 100 mil pesos por sus servicios, los drogaba agregando pastillas a sus licores.
Cuando estaban dormidos, su madre llegaba al lugar y entre las dos sustraían las especies. Que también incluía los vehículos de los clientes.
Tras una denuncia y posterior investigación, donde encontraron las publicaciones de la joven que exhibía fotos con armamento, viajes por Europa y compras de productos de reconocidas marcas, interceptaron sus teléfonos, donde mantenían conversaciones de sus ilícitos.
Madre e hija, fueron formalizadas y quedaron en prisión preventiva; mientras que Quezada quedó con arresto domiciliario.
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