Tomando en cuenta las cifras entregadas por el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), en donde la tasa de desocupación en la región de O’Higgins en el rango etario de 20-29 años, alcanza un total de 10,8 (siendo el rango etario con mayor tasa de desocupación), se torna necesario ejecutar medidas que ayuden a revertir la situación.
En ese sentido, la Ley de Estatuto Laboral para jóvenes adquiere especial importancia, más aún, cuando su intención es fomentar el empleo entre jóvenes de 18 y 28 años. Para ello, otorga cierta flexibilidad laboral, tomando en cuenta que gran parte de ese segmento se encuentra aun estudiando.
Una de las ventajas de este tipo de contrato, es que aumenta el empleo formal de los jóvenes estudiantes, manteniendo todos los demás derechos laborales de nuestra legislación. Además, los jóvenes que trabajan podrán optar por no cotizar para salud, manteniendo su calidad de carga legal médica, y podrán mantener su condición de causantes de asignación familiar, sin importar las rentas percibidas en virtud del contrato.
Otro de los beneficios que incluye este proyecto de ley dice relación con los beneficios sociales. En este contexto, los jóvenes que trabajen bajo esta modalidad, no perderán ningún tipo de beneficio social destinado a financiar su educación superior, debido a los ingresos que perciben.
Tomando en cuenta el porcentaje de participación laboral de jóvenes entre 15 y 24 años de la OCDE es casi 13 puntos porcentuales más alta que la del promedio chileno, me parece que esta ley va en la vía correcta para el desarrollo del país y su fuerza laboral.
Gonzalo Uribe Estela
Cientista Político Universidad Diego Portales
Diplomado en Estadística Pontificia Universidad Católica
Comentarios
Noticias recientes
Más Leídas