En medio de las dudas que sigue generado el Rancagua Express, en relación a cuándo será realmente su implementación tal como se comprometieron las autoridades en un comienzo, nace de un grupo de alcaldes la idea de extender el servicio de metrotren hasta el sur de la región de O’Higgins. A esta cruzada de los ediles de Rengo, Requínoa, Malloa, San Fernando y Chimbarongo, se sumó el gobierno regional.
Una demanda que nace en la ciudadana ante la necesidad de contar con un sistema de transporte mixto que apunte a mejorar la calidad de vida de los vecinos, especialmente como una alternativa de viaje. Por ello, este proyecto debe sustentarse en estudios que avalen su éxito en el futuro.
En este sentido, es importante determinar la demanda que podría tener el metrotren en caso de extenderse al sur de la región de O’Higgins. Caer en el romanticismo de restablecer este servicio y tener finalmente trenes vacíos, más que un avance sería un error y un derroche de recursos que podrían destinarse para otras materias.
Por ello lo clave que resulta este estudio de demanda que, con datos en mano, permitirá determinar otros factores como, por ejemplo, la frecuencia en qué operará, los costos y la infraestructura vial que se necesita; o el valor del pasaje, entre otros puntos.
Pero además, una definición importante tendrá que ver con la forma de financiamiento que tendrá este servicio: Si será autofinanciado, a través de la demanda de pasajeros; o se generará un subsidio estatal que permita mantener este servicio independiente de la demanda.
Detalles que no deben quedar al zar para que esta buena idea se materialice en un proyecto concreto y capaz de perdurar en el tiempo.
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