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Columnas de Opinión

Cien días de gobierno

MIÉRCOLES, 20 DE JUNIO DE 2018
Publicado por

Columna de Opinión



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El gobierno en sus primeros 100 días ha sido muy efectista, pero muy poco efectivo. Hay una suerte de doble estándar: por un lado, llaman al diálogo y buscar grandes acuerdos y por el otro el presidente tiene un discurso refundacional, donde todo lo que se hizo antes fue «espantoso».

Las mesas de trabajo en cinco temas fueron un acierto comunicacional, pero un gran error político, porque terminó uniendo a la oposición en torno a un Congreso expectante ante acuerdos que no se transformaban en proyectos de ley. Una verdadera sequía legislativa en estos 100 días. Se limitaron a poner urgencias o indicaciones sustitutivas a proyectos que venían del gobierno anterior o mociones parlamentarias, pero hay muy poco con sello de este gobierno en tramitación en el Congreso.

Respecto a la instalación del gobierno ha sido muy mala si consideramos que tenía la experiencia de un periodo anterior. Muchos flancos abiertos en regiones, autoridades y altos funcionarios sin experiencia o capacidades, problemas judiciales, incumplimiento de requisitos legales, terminaron con decenas de renunciados a semanas de ser designados. A ello se suma que el presidente no ha podido establecer un equilibrio adecuado en las fuerzas políticas de Chile Vamos, lo cual hace que haya muchos parlamentarios de su sector disconformes y abriendo fuego amigo a diario.

El presidente Sebastián Piñera evidentemente se mueve en la arena política según indicadores de la sensación ciudadana y no por convicciones o principios. Ello le reporta buena salud política y aprobación en el corto plazo, pero es un arma de doble filo en el mediano plazo, porque juega al límite respecto a lo permitido en su propia coalición o incluso en la sociedad chilena, cayendo a veces en una especie de populismo preocupante.

Por último, he notado una falta de pudor o escrúpulos en algunas acciones del Ejecutivo que dan cuenta de una mala lectura de la sociedad chilena actual. Errores no forzados; como designar a muchos familiares de ministros, subsecretarios y parlamentarios en altos cargos de gobierno; el nombramiento del hermano del presidente como embajador, poner a cargo de Codelco a un ejecutivo cuestionado; y una serie de acciones que son una provocación desde el punto de vista de  lo que éticamente es hoy para la sociedad.

Raúl Soto

Diputado de la República


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