La migración en nuestro país ha traído varios prejuicios contra las personas que llegan en su mayoría de países centroamericanos. En nuestra región los podemos ver desempeñándose en los trabajos agrícolas en las distintas comunas de nuestra región. Sin duda, se han convertido en una fuerza laboral importante, especialmente en la época de cosecha, donde los podemos ver desempeñándose en el campo como también en los distintos packings y frigoríficos.
En la comuna de Rancagua y otras capitales provinciales, los podemos ver desempeñándose en el retail, mantención de áreas verdes, construcción, etc. Convirtiéndose en una realidad social en nuestra región que debemos aprender a convivir con ella.
Algunos compatriotas, con un sentimiento de superioridad, muchas veces caen en actos discriminatorios en contra de los migrantes, tratándolos como personas poco preparadas, que no contarían con herramientas educativas para ser un aporte real a nuestro país.
Sin embargo, el Censo 2017, arrojó que en nuestra región la escolaridad media de los jefes de hogar es de 9,8 años, mientras que en la comunidad migrante es de 11,4 años. Estas cifras debieran derribar los prejuicios que tienen los chilenos que vivimos en la región de O’Higgins, y ver a los extranjeros como un aporte real para el desarrollo de nuestra región.
No tan solo en lo que respecta al valioso trabajo que realizan en el campo, sino también en las distintas esferas de la sociedad: los médicos, ingenieros y la cultura que traen a nuestro país debemos aprender a aprovecharla y ver cómo juntos podemos trabajar para el impulsar el crecimiento de nuestra Región.
Presidente Fundación Dynamis, Richard Alexis Torres Rivas
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