Con 13 kilos de consumo de pescados promedio al año, siete kilos menos que la regla a nivel mundial, los chilenos pese a ser un país privilegiado con una larga costa, no cumplimos con la recomendación médica sobre su consumo. La recomendación es consumir este alimento a lo menos dos veces a la semana, para obtener múltiples beneficios.
“Según mi experiencia, el primer problema es el costo. En Chile es más barato comprar pollo que pescado, por ejemplo. Y la segunda razón es que la gente pierde un poco la confianza a la hora de consumirlos por el miedo a la contaminación o los episodios de marea roja”, explica Paula Abaroa, nutricionista coordinadora de Nueva Clínica Cordillera.
En el caso del segundo punto, la especialista recomienda fijarse en los siguientes aspectos: “Los pescados deben tener los ojos brillantes, piel húmeda firme, las agallas rojas, sin mal olor. Además, hay que evitar consumirlos crudos para evitar alguna dolencia intestinal y en la casa lavar bien la superficie donde se preparan. Mantenerlos refrigerados, y si se compran con una anticipación mayor a dos días antes de su consumo, opte por congelarlos”.
Y a la hora de prepararlos, la recomendación es siempre consumirlos cocinados, al jugo, a la plancha, al vapor o a la parrilla. “Además, prefiera los pescados naturales por su bajo aporte en sodio, porque cuando son congelados o enlatados el aporte de sodio aumenta”, advierte.
En base a estos consejos, la especialista entrega cinco buenas razones para incorporar el pescado a la dieta a temprana edad:
1- Los pescados son una importante fuente de proteínas, necesarias para la formación y regeneración de tejidos especialmente importante en etapa de crecimiento, y también imprescindibles para fortalecer el sistema inmune.
2- Aportan además vitaminas, minerales y ácidos grasos omega 3. Estos últimos son esenciales, porque el cuerpo no los produce y es necesario consumirlos a través de la dieta. Los más recomendados son los pescados azules, como el salmón y el atún, ya que aportan más omega 3.
3- Contienen un bajo aporte calórico, en comparación a otros tipos de carnes. Los pescados blancos (por ejemplo, la merluza) contiene unas 80 calorías por 100 gramos, mientras el aporte calórico de los azules varía entre 120 y 200 calorías por 100 gramos.
4- Es un alimento cardioprotector. Los ácidos grasos omega 3 disminuyen los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentan los niveles del colesterol bueno (HDL). Ayudan a mantener niveles de presión arterial normal, ya que favorece la elasticidad de las arterias.
5- Se recomienda aumentar su consumo en embarazadas ya que ayuda a cubrir necesidades de EPA y DHA necesarios para el desarrollo del sistema nervioso y visión de los bebes desde su gestación.