El 7 de abril del 2014 la vida del periodista Ítalo Passalacqua cambió radicalmente luego que sufriera un accidente automovilístico cuando se dirigía a ver el estreno de la película «Divergente».
El accidente lo dejó en coma por un mes y con secuelas que lo mantienen complicado hasta la actualidad, ya que, tiene problemas de movilidad e incluso cierta dificultad para hablar, lo que se suma a un cuadro de depresión.
Passalacqua, está alejado de la televisión y según, su pareja, Patricio Herrera, cree que la industria lo olvidó. «No llegó ninguna ayuda, no ha pasado nada. No quiero hablar mucho porque estoy muy complicado con el medio periodístico, porque ni el Colegio de Periodistas ha llamado para saber si Ítalo necesita alguna ayuda o no», aseguró en entrevista con La Cuarta.
Ítalo y Patricio, viven en su casa en Mantagua, en la quinta región y, cuentan solamente con la ayuda de una señora que va tres veces por semana a su vivienda, momento donde Patricio puede salir a realizar trámites.
Herrera detalló que el periodista de espectáculo, se siente tan decepcionado que ya ni siquiera siente interés por el mundo que antes tanto le encantaba. «He logrado que vuelva a ver películas, pero aún así está muy decepcionado. No le encuentra sentido, siente que se le cerró la posibilidad de trabajar», agregó.
«Ítalo ayudó mucho al ballet, al teatro en tiempos de dictadura y eso nunca se ha hablado. No digo que le rindan un homenaje, pero él tiene mucho que ver con que el periodismo de espectáculos sea conocido. Estuvo con Queen, con Madonna, en los tres estrenos mundiales de El Señor de los Anillos. Un tipo súper culto (…) Falta que el medio le devuelva la mano por lo que hizo en televisión», sostuvo.
Otro tema que complica a la pareja es la situación económica por la que atraviesan. Esto porque los tratamientos, medicamentos y cuidados que necesita Ítalo, tiene un alto valor. Y aunque en al actualidad viven de los ahorros, Patricio, advierte que pronto no serán suficientes.
«Después de eso, lo que nos queda es hablar con algún asistente social o municipalidad para entrar a las fichas y conseguir ayuda estatal. Son temas que recién se están considerando, porque los tratamientos son caros, también los insumos y dietas», enfatiza.
«Yo creo que a toda la gente le pasa y si Ítalo no hubiera sido conocido y quien era, nosotros habríamos tocado fondo mucho antes. Acá te das cuenta de la diferencia de los sistemas de salud público y privado. Si no hubiera tenido un buen plan en la Isapre en el momento del accidente, no se habría ido a la Católica, se habría ido a la Posta Central o al Salvador y ahí habría muerto porque las lesiones que tenía no se podían operar ahí», reconoció Herrera.
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