Este martes asumieron en propiedad los nuevos seremis de la región de O’Higgins. Una semana después de que Sebastián Piñera se colocara por segunda vez la banda presidencial, las autoridades de O’Higgins comienzan a armar sus equipos de trabajo, en una primera etapa de adaptación al nuevo cargo.
Conocer el estado de avance de los proyectos que heredan de la administración Bachelet, especialmente aquellos que son considerados emblemáticos para la región, es clave para saber cuánto se puede avanzar en iniciativas que buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta zona.
Y en este sentido, con la llegada de este gobierno se han generado altas expectativas por lograr avances sustanciales en estas materias; y que las nuevas autoridades deben estar dispuestas a cumplir.
Y en las nuevas autoridad se ve que existe voluntad política y compromiso para avanzar. Pero con la voluntad y el compromiso no basta. Para lograr el mayor desarrollo de la región, se necesita de proyectos e iniciativas que vayan en esta línea y de una gestión acorde a las necesidades y los nuevos tiempos. Y para ello, es clave un trabajo codo a codo entre el mundo público y el privado.
Los recursos el Estado son siempre escasos y las necesidades de las 33 comunas de O’Higgins son múltiples. El desafío no es solo que estos recursos sean destinados correctamente, sino que además exista un control adecuado, que resulta clave a la hora de lograr la mayor eficiencia en la gestión de este gobierno que hoy se inicia.
Una gestión que no mire colores políticos a la hora de avanzar y que permita que el desarrollo y crecimiento llegue a todos los rincones de una región que pide a gritos avances sustanciales en proyectos emblemáticos y en iniciativas en pos del desarrollo de sus habitantes.
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