Rayén Araya fue desvinculada de Radio Bío Bío en el año 2017, tras cinco años de trabajo en la estación y este lunes se conoció, que demandó a su ex empleador por una serie de transgresiones a los derechos laborales de las mujeres y por hostigamiento.
La periodista fue despedida en diciembre del 2017, tras volver de su período de post natal. Fue ahí cuando comenzaron los intentos para que ella se fuera de la radio, siendo hostigada por los hermanos Mosciatti, según consigna la demanda publicada por El Filtrador.
En el texto legal, se señala que en el año 2012, cuando comenzó a trabajar en la radio, Araya tenía una hija de un mes y por esto, la empresa le comunicó que no podía contratarla porque no podía asumir las responsabilidades de protección a la maternidad, y le piden emitir facturas para recibir su remuneración, a lo que ella accede, por la necesidad que tenía de trabajar.
Agregando a esto, durante su pre-natal y post-natal, las remuneraciones de la periodista disminuyeron, y según consta en la demanda, «el subsidio postnatal en los tres meses finales se reduce al 50% del tope» de la cobertura de su Isapre. Aún así, su empleador no manifestó la voluntad de cubrir la diferencia.
Cuando Rayén regresó a su trabajo y según detalla la demanda, Tomás Mosciatti le habría dicho a la periodista que sus compañeros de trabajo en “Expreso Bío Bío”, espacio que conducía, ya no querían trabajar con ella y le ofrece como alternativa una especie de backstage, con programas para subir a la página web, lo que ella rechazó.
Araya por esta situación enfrentó a su compañero, Álvaro Escobar, quien desmintió a Mosciatti, descantando haber hecho algún comentario de ese tipo.
La periodista comenzó a insistir para que le informaran de su situación en la radio, hasta que el director le confirmó que dejarían las cosas como estaban, o sea, que seguiría al frente de «Expreso Bío Bío», sin embargo, tras una fuerte discusión que tuvo ella y Escobar con Mauro Mosciatti –quien a gritos les recriminó no haber hecho una mención de un auspiciador al aire–, le informaron que habían cambiado de opinión y querían que ella se fuera.
Como Rayén Araya no renunció y según señala la demanda, comenzó a ser hostigada, la citaban todos los viernes para preguntarle cuando se iría de la radio, hasta que el 7 de diciembre fue despedida de manera verbal. Tomás Mosciatti le indicó que su despido se debía a “una decisión íntima y personal”, pero no le entregó carta de despido ni finiquito.
Una semana después, la periodista interpuso una demanda en contra de Radio Bío Bío en el 1º Juzgado del Trabajo de Santiago, y luego se enteró que la empresa había informado a la Inspección del Trabajo que había sido despedida por la causal de “falta de probidad del trabajador” y “conductas indebidas de carácter grave”.
El medio citado se comunicó con Rayén quien confirmó la demanda y señaló que: «Por razones de privacidad no las puedo comentar, esto lleva un curso y ojalá luego esté el veredicto. La demanda es pública, se puede ver el poder judicial, pero yo no te puedo hablar del tema».
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