Isaac Givovich, relató en T13 Radio, los abusos sexuales de los fue víctima cuando estudiaba en el Instituto Alonso de Ercilla, perteneciente a la Congregación de los Hermanos Maristas. «A los seis años sufrí el primer abuso sexual por Adolfo Fuentes», recordó.
Detallando en un crudo relato que Fuentes, «me obligó a hacerle sexo oral; esto se hizo reiterativo hasta los 9 años. A los 7 años sufro la primera violación».
Givovich es una de las, al menos, 18 víctimas que acusan a 10 hermanos maristas del Alonso de Ercilla y del colegio Marcelino Champagnat de abusos sexuales reiterados en contra de menores de edad que datan desde la década del 70′ y que llevaron a una investigación canónica y judicial.
«Fui abusado en nombre de Dios. Había todo un ritual detrás del abuso, es un patrón de conducta presente en todos los hermanos maristas que han sido implicados en los casos. Es un ritual de ofrecimiento, donde tú eres un elegido y debes agradecer eso. Se hacía una oración previamente y posteriormente se agradecía. Y tu abusador agradecía a Dios haber pasado ese momento», relató el yerno de Joaquín Lavín.
Para Givovich, «éste podría ser el caso más grande de Latinoamérica de abuso sexual eclesiástico que existe y quizás en el mundo (…) Cada vez que hablamos van apareciendo más casos». Ya que, asegura que han logrado recoger testimonios de personas de la tercera edad: «Supera lo que nos imaginamos», sentenció.
Isaac Givovich, recibió una carta de la Congregación Marista, donde aseguraban sentir vergüenza por los abusos cometidos por algunos de sus religiosos. Para la víctima, se trata de una situación «inédita en la iglesia mundial, por el contenido, porque reconoce y asume responsabilidades, no sólo sobre lo mío, y repara en el sentido de que te ofrece acompañamiento en tu dolor hoy».
En esta línea, comentó que con el texto «la congregación reconoce que hay involucrados 10 religiosos, de los cuales cinco están muertos. Número que se ampliará la próxima semana con la presentación de la querella, porque hay más de 10″.
Givovich, señaló que no está de acuerdo que la misma congregación sancione a sus religiosos:»Queremos que se forme una comisión y que el Vaticano tome cartas en el asunto. O forman una comisión nueva donde haya una investigación más amplia, que no esté a cargo de los maristas, o que se siga con la investigación actual, pero que el informe o las sanciones deba ser resuelta por el Vaticano», puntualizó.
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