El 19 de marzo comenzarán los alegatos orales por la demanda marítima que interpuso Bolivia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Solo 8 días antes habrá asumido el nuevo Canciller chileno, Roberto Ampuero. El escritor tendrá su primer desafío al frente de las relaciones exteriores en este proceso que durará hasta el 28 de marzo. Un tema que deberá abordar de inmediato el futuro canciller, a pocos días del cambio de mando y en medio del natural proceso de adaptación a un cargo de esta naturaleza. Por ello, ya se reunió con el ministro Heraldo Muñoz, dando una potente señal de unidad: Las relaciones exteriores se deben entender como una política de Estado y, en este sentido, la fuerzas políticas están alineadas bajo un proceso que se ha llevado a cabo bajo argumentos sólidos, jurídicos e históricos que permitirán zanjar a favor de Chile el litigio que se discutirá en La Haya.
Los argumentos chilenos dejan en absolutamente claro que no quedan temas pendientes en materia limítrofe, a pesar de la fuerte estrategia comunicacional impulsada por Bolivia en los últimos años
En medio de este escenario, Chile no debe correr el riesgo de ‘bolivianizar’ la gestión del nuevo canciller. En conjunto con ello, la relación bilateral no debe basarse solo en la demanda marítima de La Haya. Debe ir más allá. Los nuevos tiempos, los nuevos desafíos imponen a las naciones abordar una agenda con visión de futuro.
Pero cómo avanzar en una agenda bilateral de desarrollo, con una mirada más amplia que la demanda marítima.
El nuevo Canciller dio una potente señal en este sentido, advirtiendo que la relación con Bolivia debe ir más allá del juico en La Haya. Ahora falta una señal en el mismo sentido desde Palacio Quemado, que termine con la virulencia comunicacional, que frecuentemente enciende y distorsiona el verdadero camino que debe tomar una relación bilateral.
Comentarios
Noticias recientes
Más Leídas