O’Higgins de Rancagua presentará sus flamantes contrataciones el mediodía de este jueves. De no mediar contratiempos de última hora, ese día serán son cinco los jugadores que se vestirán de celeste para la temporada 2018, luego que los directivos lograsen amarrar piezas muy importantes para la plantilla que adiestra Gabriel Milito.
A los nombres oficializados de Roberto Cereceda y Ramón Fernández se agregarán el lateral derecho Juan Carlos Espinoza, el del volante ofensivo argentino Nicolás Oroz y el también argentino Matías Vera, mediocampista mixto que proviene de San Lorenzo de Almagro que adquirió su carta tras su buena campaña defendiendo a Nueva Chicago de la Primera B Nacional, segunda división del fútbol argentino.
Del lote anterior, Matías Vera fue la sorpresa gestada por los rancagüinos para reemplazar en el sector del mediocampo el regreso de Franz Schultz a Universidad de Chile. Con 22 años el volante viene con más de 80 partidos desde su debut profesional en abril de 2015. Sus performances fueron presenciadas in situ por los directivos rancagüinos en más de una vez durante el último tiempo.
Los tres jugadores llegan cedidos por un año al equipo rancagüino. En el caso de Oroz y Vera habrá opción de compra al final de los 12 meses, pero para ambos casos son montos bastante elevados para el mercado nacional. Espinoza, quien se inclinó por O’Higgins sobre Palestino, el acuerdo también cuenta con una posibilidad de adquirir la carta.
Los acuerdos contractuales quedaron sellados a fines de la semana pasada y quedaron por cumplir para los nuevos de Milito someterse a los exámenes médicos de rigor. El Capo de Provincia no abandonará el mercado, pero quien llegue debe ser un futbolista chileno porque con Oroz y Vera se completaron las cinco fichas extranjeras, considerando que ya están el delantero Gustavo Gotti, el defensor Fabricio Fontanini y el extremo Joel Acosta.
La semana pasada, el presidente de la comisión fútbol, Cristián Abumohor, apuntaba que para O’Higgins “el objetivo mínimo va a ser retomar las campañas anteriores al último semestre”, donde siempre estuvo “de la medianía de la tabla hacía arriba”.
Con estos refuerzos probados y de quienes se esperan otorguen ese salto de calidad, las exigencias parten por volver al concierto internacional. “Dada la composición de los torneos anuales, donde los premios para copas internacionales están hasta el séptimo u octavo, ese debiese ser el objetivo mínimo para nosotros”, señaló el vicepresidente del club que no se moverá del Monasterio Celeste para la pretemporada.
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