Con el debut del sistema proporcional, la composición del Congreso se vio modificada no solo por el aumento de los escaños sino que también por el color político de quienes tendrán la labor legislativa en los próximos cuatro años.
Por ejemplo, en la Cámara de Diputados, Chile Vamos aparece como el conglomerado con un mayor número de representantes: 73. En tanto, los partidos que conforman la Nueva Mayoría tendrán 56 diputados en el período 2018-2022.
Por su parte, Frente Amplio se alzó como el sector político con el mayor aumento de parlamentarios. Con un representante en el Senado; también subió a 20 el número de diputados. La Coalición Regionalista Verde tendrá cuatro representantes en la Cámara Baja, mientras que uno será el independiente fuera de pacto, al igual que el pacto Por Todo Chile.
Un sistema que debutó con ciertos resultados que han causado confusión en la ciudadanía, principalmente porque premia al candidato que va dentro de un pacto y castiga mayormente a los independientes. Por ejemplo, en la región de Arica y Parinacota quedó fuera del Congreso el candidato independiente Enrique Lee, a pesar de que obtuvo la primera mayoría, con un 20,82% de los votos. Incluso, el nuevo sistema permitió la elección de más de 30 parlamentarios con menos del 5% de los votos, a raíz del sistema de «arrastre».
Con la nueva composición del Congreso, ninguna de las tres principales fuerzas que tendrá presencia en el Parlamento –Nueva Mayoría, Chile Vamos, Frente Amplio- tendrá mayoría absoluta. Situación que al debatir materias relacionadas a reformas estructurales o de alto quorum, obligará a las partes a dialogar o negociar con otro sector político. Un eventual escenario que podría retornar a la política de los consensos, independiente de quien se siente a gobernar en La Moneda.
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