Allanamientos de por medio y nuevas declaraciones ante la Fiscalía es el escenario que envuelve por estos días la investigación por presuntas irregularidades en el manejo de recursos del Teatro Regional.
Indagatorias que se extendieron a la Corporación de Cultura y las Artes de Rancagua –que administra este recinto- por orden del fiscal Sergio Moya, luego de la audiencia de formalización del ex director del teatro, Marcelo Vidal.
Es que la Fiscalía indaga el destino de cerca de 3.600 millones de pesos que recibió en los últimos años la Corporación de Cultura de Rancagua, para lo cual el Consejo de Defensa del Estado dispuso de un perito contable en apoyo a esta indagatoria.
Tras los resultados del análisis financiero, la Fiscalía ha solicitado una serie de diligencias, entre estas, la incautación de documentos y computadores desde la municipalidad y la productora Luna Negra.
A esto se suma la publicación de Diario El Tipógrafo de la declaración de Marcelo Vidal ante la Fiscalía, que pone un manto de duda a la gestión que ha rodeado el recinto.
Con todos estos antecedentes, la opinión pública necesita respuestas, porque finalmente se ha visto empañado un recinto anhelado por muchos años por la ciudadanía y que nace como un espacio necesario para la cultura y las artes nacionales y locales, pero que hoy se ha visto manchado por acusaciones y denuncias.
De ahí radica lo necesaria de esta investigación y del importante rol que juega el equipo de fiscales que encabeza Sergio Moya, quien está mandatado a llevar adelante una investigación sin presiones, que permita dilucidar esta inmensa nebulosa que ha rodeado al teatro regional este último año
La Fiscalía debe contar con la independencia necesaria para aclarar los cuestionamientos y avanzar en una causa donde, con antecedentes en mano, pueda establecer si el manejo de los recursos se realizó de la manera correcta o, por el contrario, si los hechos que investiga están reñidas con la legalidad.
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