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Internacional

El brutal asesinato a un peluquero que fue motivado por una "fantasía sexual"

LUNES, 21 DE AGOSTO DE 2017
Publicado por

Equipo de Corresponsales


La fantasía sexual que ambos tenían era grabar el crimen, sin embargo, la víctima despertó e intentó defenderse lo que trastocó los planes.


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El pasado 27 de julio la policía de Chicago en Estados Unidos, descubrió el cuerpo de Trenton Cornell- Duranleau, un peluquero de 26 años que había sido asesinado de 70 puñadas y que además fue casi decapitado. Le habían seccionado la arteria pulmonar.

El primer sospechoso del crimen fue su pareja, Wyndham Lathem, un profesor universitario de 46 años, el propietario del departamento donde fue encontrado el cadáver. Tras las investigaciones, la policía no solo arrestó a los asesinos sino que descubrió la motivación que tuvieron para realizar el macabro homicidio.

La policía determinó que, Lathem había comprado semanas antes del homicidio una pasaje para que una persona viajara desde Londres a Chicago, se trataba de Andrew Warren, un profesor de la prestigiosa universidad de Oxford, con quien se había comunicado a través de un chat con mucha frecuencia.

Ambos habían estado maquinando el asesinato del peluquero durante semanas: «su fantasía sexual de matar a otras personas y luego a sí mismos», señaló Natosha Toller, de la fiscalía que investiga el caso, en la corte. 

El día del crimen, la víctima dormía en el condominio propiedad del asesino. Eran alrededor de las 4:30 a.m. cuando ambos profesores llegaron al lugar sigilosamente para no despertar al peluquero. Lathem se acercó al que era su novio con un cuchillo aserrado de 15 centímetros de largo y comenzó a hundir el arma homicida en su cuerpo una y otra vez.

La fantasía sexual que ambos tenían era grabar el crimen, sin embargo, la víctima despertó e intentó defenderse lo que trastocó los planes y Warren en vez de grabar tuvo que ayudar a Lathem a consumar el homicidio.  

El juez del caso señaló tras la exposición del fiscal que: «Los hechos atroces hablan por sí mismos», decretando que ambos fueran acusados formalmente de homicidio en primer grado, deberán permanecer en la cárcel hasta que llegue el juicio, sin posibilidades de salir bajo fianza.


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