El curioso hecho ocurrió en la provincia argentina de Mendoza donde en un fallo civil sin precedentes, una mujer le ganó una demanda por daños y perjuicios a la esposa de su amante. El tribunal falló en favor de la demandante que deberá ser indemnizada con la cantidad de 60 mil pesos argentinos -alrededor de 2,2 millones de pesos chilenos-.
El diario argentino, El Nuevo Día , consignó que el triángulo amoroso comenzó en el 2013, cuando el esposo infiel, conoció a la demandante en el banco donde trabaja ubicado en una céntrica calle de Mendoza. «El hombre acudió a realizar un trámite y la vio. Quedó flechado de tal forma que se quedó esperando a la salida de su trabajo para invitarla a tomar un café», señaló el medio citado. Tiempo después comenzaron una relación.
El sujeto le dijo en ese momento que estaba separado y que su supuesta exesposa residía en España. La relación avanzó y el hombre le ofreció las llaves del estacionamiento del edificio donde vivía, ya que le quedaba cerca del banco donde trabaja la mujer. Acción que produjo que se descubriera el romance extra matrimonial, ya que, cuando la esposa regresó de Europa se puso furiosa al ver un auto ocupando su estacionamiento. El hombre mandó al portero del edificio a reclamarle la llave del estacionamiento a su amante y le advirtió que no volviera por el lugar ya que «corría riesgos».
Tres semanas después, la esposa se dio cuenta del engaño y acudió al banco y solicitó hablar con los directivos. En esa charla, difamó a la empleada y pidió que la despidan, aunque no logró su objetivo. De hecho, los directivos la sucursal se presentaron a declarar y ratificaron que la mujer se presentó pidiendo que echen a la amante que «es una puta, una cualquiera», entre otros agravios.
La juez civil Rosana Moretti fue quien accedió a la demanda que reclamó la amante en conceptos de gastos terapéuticos, gastos judiciales y daño moral.
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