Esta semana, y luego de siete años de tramitación, la presidenta Michelle Bachelet promulgó la ley de Tenencia Responsable de Mascotas.
Una iniciativa valorada por la población, no solo porque las mascotas son parte importante de las familias chilenas, sino que también porque permite generar condiciones más apropiadas para la relación que la sociedad debe tener con los animales.
Para ello, se ha establecido la creación de un registro nacional de animales de compañía, que deberán ser identificados a través de un microship y asociados a una persona encargada de su tenencia responsable.
La ley, junto con sancionar el maltrato, también castiga el abandono, y los municipios podrán recoger a los animales sin identificación y que se encuentran abandonados, entregándolos a las fundaciones para que busquen un nuevo dueño.
Importante paso porque esta ley entrega herramientas para que las ciudades enfrenten de una manera más eficiente los problemas asociados a los animales y que tienen que ver con salud pública –mediante medidas de control de población de mascotas- y hasta de seguridad, a raíz de la responsabilidad que tendrán los dueños y la regulación hacia razas consideradas peligrosas.
Por ejemplo, quien no inscriba a su animal en el Registro Nacional de Animales Potencialmente Peligrosos de la Especie Canina será sancionado con una multa de hasta 15 UTM. Incluso, la ley también prohíbe que se adiestre a animales para ser agresivos o utilizados en peleas, con penas de presidio y multas de hasta 30 UTM.
Un avance legislativo, porque es una ley que viene a hacerse cargo de la convivencia que como sociedad debemos tener con los animales.
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