La «interpretación» presidencial del chiste de Piñera
Está claro el «progresismo» ha establecido nuevos parámetros respecto a los temas sobre los cuales se puede o no se puede «hacer humor», parámetros que revierten absolutamente aquellos que se daban en épocas anteriores, porque mientras hoy no se puede bromear sobre quienes forman parte de alguna de las tantas «minorías» constituidas como grupos de poder; sí es válido burlarse de las autoridades políticas, militares, judiciales e incluso religiosas, siempre -claro está-, que éstas sean católicas o evangélicas.
Sebastián Piñera en Linares: «… me acaban de sugerir un juego muy entretenido; las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas, y nosotros, los hombres, nos tiramos encima y nos hacemos los vivos». Una «talla» fome, vieja y mal contada, de la cual desde la Presidenta de la República hasta el último de los funcionarios de «su» gobierno, pasando obviamente por todos los candidatos «progre» y más de alguno «liberal», han intentado sacar… ¡provecho político!
Aprovechar los errores de los eventuales contrincantes es una práctica habitual en política, y -sobre todo cuando se está en medio de una campaña electoral, pero me parece en esta oportunidad tal aprovechamiento -por dos razones bien puntuales-, ha excedido los límites de lo aceptable.
Primero, porque a la «talla» y con clara mala intención, se le ha dado una interpretación -a mi parecer- semi psicopática, que busca presentar esa «talla» fome, vieja y mal contada, como una especie de apología de la violación, y segundo; porque esta interpretación no se la da uno de los tantos candidatos que están en campaña, si no nada menos que… ¡la Presidenta de la República! Una interpretación que, como era previsible, ha sido asumida editorialmente como propia por la prensa «progre», y validada por los «rostros», «voces» y «plumas» que tiene inserta en los distintos medios.
Roberto A. Olivares Pizarro
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