Un escándalo de proporciones está acechando a la selección rusa, ya que 34 futbolistas -incluyendo los 23 que jugaron el Mundial de Brasil- están siendo investigados por doping.
La FIFA, confirmó a través de la Agencia Mundial Antidoping que abrió un expediente contra los rusos. El investigador principal de la compañía, Richard Mclaren, tiene más de mil nombres en su lista y en julio y diciembre del 2016 presentó los argumentos sobre el dopaje en la nación anfitriona de la Copa Confederaciones.
Vitali Mutko, viceprimer ministro ruso -y uno de los rostros del deporte en ese país- rechazó las acusaciones y prometió aclarar el nombre de los deportistas, a solo un año de ser los anfitriones del Mundial.