Wang, sufría desde su adolescencia de ataques de tos, pero nunca sospechó cual podría ser la verdadera causa.
Su condición se comenzó a complicar llegando a ser internado en el Hospital, ahí le realizaron tomografías y los médicos descubrieron un extraño objeto alojado en sus pulmones que le producía las molestias.
A través de una endoscopia, los especialistas lograron llegar al objeto, que resultó ser una tapa de lápiz, que ya estaba parcialmente disuelta, ahí Wang, recordó que cuando un niño la había inhalado por accidente por su nariz. Posteriormente lo olvidó y nunca relacionó sus ataques de tos con el accidente.
«Siempre tuve tos e infecciones pulmonares, pero fue la primera vez que me realicé análisis profundos en un hospital porque empecé a toser con sangre», contó, Wang, originario de la ciudad china de Huaihua.