PUBLICIDAD
Columnas de Opinión

Comentario jurídico: Hablemos de pensiones

JUEVES, 25 DE MAYO DE 2017
Publicado por

Columna de Opinión



PUBLICIDAD

No hay dos voces discrepantes si lo que queremos es un sistema de pensiones que proporcione a todos quienes han pasado a ser pasivos, un ingreso mensual que reemplace a las remuneraciones que goza todo trabajador activo, que le permita vivir decorosamente sus años de vida en los que no puede trabajar.
Las pensiones forman parte de la llamada Seguridad Social, cuyo concepto esencial es el “estado de necesidad”. Se trata de otorgar las prestaciones de dinero y de salud adecuadas y suficientes a quienes, por no poder trabajar, ni haber podido atesorar un patrimonio que le permita vivir de él, no tienen un ingreso asegurado, eso genera para ellos, el denominado “estado de necesidad”.
Para determinar el procedimiento más adecuado, es indispensable convenir en ciertos conceptos esenciales: a) se requiere dinero, las pensiones son sumas otorgadas al respectivo trabajador pasivo; b) el dinero debe obtenerse y acumularse con el correr de los años, alcanzando cantidades que hagan posible financiar el pago de las pensiones; c) el dinero que se va acumulando, debe invertirse para que rente lo mejor posible y se aumente día a día; d) el sistema debe ser mixto, en cuanto cada trabajador aporta mensualmente una cotización al fondo pertinente, y el Estado aporta lo suficiente para poder mejorar las pensiones menores, esto es lo que se llama “pilar solidario”; e) la edad para acogerse a pensión deberá aumentar, por la sencilla razón que hoy todos vivimos más, por lo cual de mantenerse la edad actual de jubilación, se alargan enormemente los períodos pasivos con pago de pensiones, lo que encarece todo; f) el porcentaje de aporte mensual deberá subir, para incrementar los fondos acumulados, pues empíricamente está demostrado que una de las causas de que las pensiones sean bajas, es que se aporta al sistema sumas insuficientes; g) el sistema de pensiones refleja el nivel remuneracional que rige en el país, por lo cual es una utopía pretender pensiones elevadas, si las remuneraciones, que son las que le dan origen, también son bajas; h) los aportes patronales, personalmente, los estimo inadecuados, por la sencilla razón que para el empresario es un costo que traspasa a los precios de los bienes y servicios, y Moya termina pagando igual, de sus escuálidos bolsillos; h) si el sistema de pensiones descansa en un estado de necesidad y en la solidaridad, entonces los mayores costos deben ser pagados por la vía tributaria, mediante un impuesto especial que grave a las grandes empresas y a las grandes fortunas, para evitar el efecto anterior.
Hay otros elementos sustantivos que deben considerarse y se trata de una materia técnica, que debe resolverse por quienes manejan el tema, conforme el esquema que se les pida organizar.
Lo demás, es cosmética, si hay o no AFP, si administra el Estado, eso debe resolverse mirando el bien común, fuera de las ideologías. Como dijo Deng: “A mi no me importa si el gato es blanco o es negro, solo me interesa que cace ratones”.
Por tanto, menos música y más sustancia en este delicado tema.
Mario Barrientos Ossa.
Abogado.
Magister en Derecho U. de Ch.
mboycia@123.cl.


PUBLICIDAD
Comentarios

Cargando...
PUBLICIDAD
Loading...