Según los datos aportados por la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica (SCCP), el 42% de la población es fumadora. Esto convierte inmediatamente a casi la mitad de los chilenos en personas de riesgo cuando se someten a una intervención quirúrgica.
Los riesgos de tener dificultades en procedimientos quirúrgicos aumentan en un 20% para quienes están en el grupo de fumadores. Para ello la SCCP recomienda a los pacientes que tengan este hábito a informarse debidamente antes de programar una cirugía estética o reconstructiva.
Entre las principales complicaciones en cirugías asociadas al tabaquismo están las alteraciones en la cicatrización, pérdidas de piel, infecciones de la herida, pigmentación de las cicatrices, entre otras.
“Lo principal es que dejen de fumar al menos tres semanas a un mes antes de cualquier procedimiento. Además deben considerar un plazo similar sin tabaco para el post-operatorio. Si un cirujano ofrece llevar una intervención sin poner atención al efecto del tabaco en las eventuales complicaciones de su cirugía, sugerimos que busque una segunda opinión”, asegura la presidenta de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, Montserrat Fontbona.
Dentro de las complicaciones post-operatorias a las que se exponen los fumadores están las alteraciones en la cicatrización, pérdidas de piel, infecciones de la herida, alteraciones de la pigmentación de las cicatrices, pérdida de pezón y aréola (en el caso de cirugía de mama), entre otras.
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