O’Higgins, pese a inclinar la cancha todo el segundo tiempo hacía el arco de Colo Colo, se devolvió a Rancagua sin nada del Estadio Monumental. Los celestes cayeron por 2-1 frente a los albos en un partido que terminó siendo clave el bajo comienzo en los dirigidos de Cristián Arán, que a los 15 minutos ya estaban 2-0 abajo.
A los 6 minutos el cuadro local abrió la cuenta por intermedio de Jaime Valdés, quien remató libre por el segundo palo y su disparo se desvió en Esteban Paredes para inaugurar el marcador.
Colo Colo pegaba de entrada y plasmaba su buen inicio con el gol del mediocampista más adelantado. O’Higgins sufría en demasía en defensa y la ausencia de última hora de Pablo Calandria se sentía en ofensiva.
El segundo golpe de los blancos vino tras una nueva desinteligencia rancagüina que esta vez aprovechó Paredes para estructurar el 2-0. El goleador apareció solo y habilitado por Fabricio Fontanini.
Con dos goles abajo el cuadro de Arán despertó. Los volantes de cortes se ocuparon de Valdés y Martín Rolle sacaba provecho a las espaldas del pivote Pavez – Suazo. Así llegó a la media hora una jugada aislada donde Alejandro Márquez se atrevió a probar desde larga distancia y en el camino su remate da en Cristián Insaurralde dejando fuera de acción a Villar.
El 1-2 revitalizó al Capo de Provincia. Sin embargo igual tuvo que sufrir bastante antes de irse al descanso. Una mano no intencional de Raúl Osorio fue sancionado como penal. Paredes remató y el disparó dio en el horizontal. El goleador marcó en el rebote, pero la jugada estaban invalida porque no hubo intervención de algún rival.
En los vestuarios Arán metió mano y puso a Pedro Muñoz por un opaco Francisco Arancibia. El cambio le dio otro aire al cuadro celestes y justamente fue Muñoz el que tuvo el empate en la primera clara del complemento.
Los rancagüinos terminaron defendiendo con solo dos defensores y de no ser porque no estuvieron finos en la última puntada algo se hubiesen llevado a Rancagua. En los último 15 minutos, los refrescos de Marco Medel y el juvenil David Salazar casi provocan el ansiado empate.
Medel con el arco sin Villar le dio muy por sobre y Barriga no tuvo la claridad necesaria para asistir a Muñoz que cerraba el segundo palo.
Al final con un Estadio Monumental que pedía la hora el marcador no se movió y por eso el arranque terminó liquidando todas las opciones rancagüinas.
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