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Principio de sufragio universal y de no reelección para todas las organizaciones

JUEVES, 16 DE FEBRERO DE 2017
Publicado por

Columna de Opinión



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En estos días, en que se habla de hacer ajustes a la Constitución, e incluso, de redactar una enteramente nueva, parece pertinente referirnos a dos principios que deberíamos potenciar en nuestro ordenamiento constitucional.

Se discute mucho la situación de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), en que los cargos directivos no se hacen por voto directo, y en que los dirigentes se eternizan durante incontables reelecciones. Pasó en la ANEF, pasa en la CONFUSAM, entre muchos. Esta situación se repite en numerosos sindicatos, federaciones y confederaciones, hasta en los clubes de barrio.

La permanencia durante largos años en los cargos, impidiendo una renovación constante, predomina desde los más altos, hasta los más modestos. Las ideas y las personas se anquilosan.

Para sanear estas situaciones, evitar debates que al final son estériles y distraen de los grandes asuntos, parece necesario agregar en la Carta Fundamental lo siguiente:

1.-El principio de elección de cargos por voto popular, informado, secreto y directo, como obligatorio para todo tipo de organizaciones, en el mundo público y privado.

Así, los dirigentes de la CUT y de toda otra organización sindical, deberían ser electos en voto directo, popular, secreto e informado, poniendo fin al sistema actual de segundo grado.

Del modo dicho, la elección de cargos por voto popular no admitiría excepciones y democratizaría a fondo nuestras instituciones, de todo nivel que sean.

2.-Principio de no reelección: somos dieciocho millones de chilenos, no necesitamos que siempre los mismos “se repitan el plato”, como dijo una vez la actual Presidenta Bachelet, afirmando que en su gobierno no sucedería.

Es conveniente agregar en nuestra Constitución un precepto que limite las reelecciones, sea de manera absoluta, de modo que servido un cargo, no hay reelección, o poniendo un tope mayor preciso, por ejemplo, dos veces.

Al limitar la reelección, estimamos que se mejoraría la gestión pública y privada, porque quien no va a poder postular nuevamente, actuará de manera más libre, sin la presión de quien vive pensando en los votos que requiere para perpetuarse.

Tanto que criticaron, en su momento, a Pinochet por extender en demasía su mandato, y resulta que en la vida real, los mismos que lo criticaron, incluso los de la extrema izquierda, ¡solo desean hacer lo mismo!

Mario Barrientos Ossa

Abogado

Magister en Derecho U. de Chile

 


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