Una nueva muerte enluta al Pequeño Cottolengo de Rancagua luego que mañana de este lunes fueran informados los equipos de emergencia sobre la muerte de una joven de 21 años al interior de la dependencia de salud. Por orden de la Fiscalía la investigación la tomó la Policía de Investigaciones (PDI) para poder esclarecer si el deceso fue de forma natural o por una negligencia.
Durante la jornada de ayer la Fiscalía de Rancagua instruyó a la Brigada de Homicidios (BH) dirigirse hasta las dependencias de la residencia para realizar el trabajo científico técnico en el lugar para establecer las causas de la muerte de una joven de 21 años al interior de ese recinto.
“En base a los primeros antecedentes se puede establecer de que esta persona presentaba diversas enfermedades tanto sicológicas como de salud, por eso respecto a las causas o circunstancias de su muerte precisamente se está realizando la investigación correspondiente”, manifestó el subcomisario de la BH, Patricio Montes.
Consultado si una de las líneas investigativas en el deceso de la joven serían producto de su enfermedad y no por una negligencia por parte del personal del Pequeño Cottolengo, el subcomisario agregó que “por orden de la Fiscalía estamos investigando las causas y circunstancias del fallecimiento de esta persona (…) es una de las hipótesis, pero el resultado de la investigación se va a dar a conocer posteriormente una vez que la investigación esté finalizada”.
Muertes en Pequeño Cottolengo
El deceso de la joven de 21 años es la cuarta muerte que la PDI indaga al interior del centro, las primeras dos se tratan de dos menores que murieron con 48 horas de diferencia en junio de este año. Se trata de Francisco Fuentealba, de 14 años, quien presentó síntomas de un paro cardiorrespiratotio, por lo que fue derivado al Hospital Regional, lugar en donde falleció.
Días antes había muerto Tania Ivana Osorio Yáñez, de 16 años, quien se encontraba internada debido al daño orgánico cerebral, síndrome de Torch, microcefalia severa, epilepsia secundaria, retardo del desarrollo y desnutrición crónica que padecía y la mantenía postrada.
En tanto, el tercer fallecido, un hombre de 47 años, murió al interior del Pequeño Cottolengo tras estar hace 37 años viviendo en la residencia con diversas patologías que lo tenían al menos hace 2 años postrado en cama. En cada uno de estos casos la Fiscalía instruyó a la PDI para indagar las causas de los decesos.