Durante el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se decretó que el 31 de octubre fuera el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile, como una forma de reconocer su aporte a la espiritualidad de los chilenos que son parte de las diversas iglesias evangélicas y credo.
“El Día Nacional de la Iglesia Evangélica es un reconocimiento que el Estado de Chile hace a la labor y a la historia que han tenido las iglesias protestantes en nuestro país. Esta tiene más de 200 años de historia, nace con la República de Chile e incluso con los inmigrantes que llegaron y generaron un desarrollo importante en el ámbito empresarial, trabajo, y de la colonización”, explicó el profesor de historia, Juan Ramón Godoy.
La fecha que fue elegida para celebrar el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes -cada 31 de octubre- corresponde al día en que el monje alemán Martín Lutero clavó en la iglesia del palacio de Wittenberg las 95 tesis, dando inicio a la Reforma protestante en 1517.
En este sentido el docente, a modo de historia, relató que “este año se cumplen 499 años de la reforma protestante y son 105 años del movimiento pentecostal de Valparaíso de 1909, con una iglesia evangélica que ha tenido un crecimiento exponencial durante el siglo XX. Pasó a ser cerca del 16% de la población, algunos hablan del 18 al 20%, tiene su confesión de fe como protestante evangélica”.
Debido a su aumento en la población, Godoy también se refirió a los desafíos en materia religiosa, que van de la mano con su intervención en temas atingentes en el país como lo es salud, educación, económicos y valóricos.
“Lo que marca, y un poco lo que es esta herencia protestante, es justamente con la ética que se tiene que construir la sociedad; la Iglesia Evangélica también es una reserva moral de la sociedad y de los temas que afectan directamente. Hay una opinión con respecto a no solamente considerar el ministerio espiritual, sino que también en los temas cotidianos de la ciudadanía”, preciso Godoy.