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Editorial

Editorial: El tenso clima que se vive en el Hospital Regional de Rancagua

MIÉRCOLES, 19 DE OCTUBRE DE 2016
Publicado por

Equipo de Corresponsales



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Tenso está el ambiente al interior del Hospital Regional de Rancagua. Actualmente se vive una compleja situación en el entorno de los médicos, que podría detonar en algo mucho más grave, si realmente cumplen el ultimátum dado al Servicio de Salud durante la jornada de ayer martes: Una renuncia masiva de especialistas que, por ahora, incluye a 133 profesionales.

La situación no es nueva y es un tema delicado que se viene cuajando hace varias semanas, especialmente después de que el Capítulo Médico del Hospital Regional diera a conocer públicamente su molestia por el actuar del Departamento Jurídico del Servicio de Salud O’Higgins.

Los hechos que han derivado en la actual crítica situación viene del 2014. A juicio de los médicos, el organismo público “ha estado perdiendo juicios por demandas civiles que han significado una pérdida importante de recursos que se estima en cientos de millones de pesos”. Los especialistas incluso acusan “negligencia e impericia en el manejo de estos procesos”.

Ejemplifican que “en una sola de estas demandas, el Servicio de Salud perdió más de doscientos millones de pesos”. Situación que derivó en una molestia mayor de los profesionales, ya que a raíz de uno de estos casos, el Servicio de Salud decidió realizar un juicio de repetición en contra de dos médicos funcionarios de “forma  absolutamente arbitraria y sin mediar ninguna auditoría o investigación exigida por ley, que pudiera fundamentarla”, según aseguran los médicos.

Situación que derivó en la petición de renuncia de Fernando Troncoso, director del Servicio de Salud O’Higgins, y el ultimátum de ayer respecto a que si no se cumplía esta exigencia podrían presentar una renuncia masiva a fin de mes. Al escenario se sumó la Fenats que asegura que si renuncia un solo médico, ellos llamarán a una paralización de actividades.

Una compleja situación que no pueden pasar por alto las autoridades de salud, no solo regionales, sino que también de nivel central, que sin duda merece acercar posiciones que permitan evitar posturas extremas. Porque de llegar si los médicos llegan a cumplir sus amenazas, una vez se terminará perjudicando a un tercer actor que poco a nada tiene que ver en este conflicto: los cientos de pacientes que diariamente merecen una atención digna y de calidad en uno de los centro de salud más moderno del país.


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